5 acciones que los triunfadores evitan

A día de hoy está claro que las personas de éxito son aquellas con un alto nivel de inteligencia emocional. Esto les permite ser más felices, tomar mejores decisiones, y en particular decisiones que se adapten al estilo de vida que quieren vivir y no al que “les haya tocado”

En este post no voy a entrar en detalles de inteligencia emocional, sino que quiero crear un post corto en el que en 3 minutos puedas llevarte algo de valor que puedas implementar desde hoy mismo.

Si bien el listado que menciono a continuación podría ser mucho más extenso, he seleccionado 5 acciones o formas de actuar que si evitas te ayudarán a aumentar tu inteligencia emocional, provocando una mejora inmediata en tu calidad de vida.

El fracaso, es solo fracaso si te rindes y vives en él. El éxito no es de quienes no fracasan, sino de quienes aun habiendo fracasado son capaces de levantarse y seguir adelante. Cuando las cosas salen mal, es tan fácil, incluso tentador, caer en el error de pensar que no vales para ello, perder confianza en ti mismo y pensar que no eres tan bueno como creías. Pero debes saber que eso no es así, todos fracasamos en algún o en varios momentos de nuestra vida. Ahora bien, la gente que tiene éxito es consciente de que éste, conlleva dificultades enormes, y que vivir una vida extraordinaria bien vale unos cuantos fracasos, que al fin y al cabo son sólo las enseñanzas de cómo llegar al éxito.

Tienen claro cuál es su objetivo en la vida, y este es primordialmente vivir una vida que merezca la pena ser vivida, una vida fantástica. El rencor, crea malestar en nosotros mismos, Los pensamientos negativos de odios o venganza, no detienen y nos descentran de nuestro camino y nuestra meta. Además estos pensamientos negativos te crean un nivel de estrés y malestar innecesario que afectan a tu salud y además te evitan pensar y actuar con la misma eficiencia que cuando estás en un momento de optimismo y felicidad. La gente de éxito no guarda rencor, perdona, pero no olvida. Si permanentemente piensas en lo mucho que odias a esta u otra persona por lo que te hizo, tu calidad de vida y tu productividad se van a ver tremendamente afectadas.

No me cansaré de decir que los problemas son parte de la vida y más aún son una parte fundamental del éxito. Vivir una vida extraordinaria va intrínsecamente asociado a encontrarte con problemas, y en muchos casos son realmente grandes y difíciles de superar. Si no fuera así, si fuera fácil ¿no viviríamos todos una vida extraordinaria?. La cuestión es que la gente de éxito no se obsesiona con el problema, si no con la solución. Para ponerte un ejemplo, sencillo y muy común, 2 personas con una hipoteca que no pueden pagar y con miedo a perder la casa:

¿Quien crees que tiene más probabilidades de superar el problema?

La gente tóxica, los pesimistas, los que siempre encuentran un problema en todo… son un problema en sí. Si se utiliza la palabra tóxica no es por casualidad, sino porque realmente está demostrado que tienen efectos negativos sobre los demás. Afectan directamente a tu inteligencia emocional, te producen estrés. Pasar demasiado tiempo con gente así afecta a tu rendimiento, tu toma de decisiones, tu optimismo y felicidad, y por tanto a tu capacidad de tener éxito.

Cuando dices que sí a algo que no quieres o no tienes tiempo para hacer, estas inyectándote una dosis de estrés innecesaria. Estudios de la Universidad de California en San francisco, han demostrado que las personas que tienen más dificultades para decir que no, son más propensas a sufrir depresiones. Esto es algo a tener muy presente. Porque en muchas ocasiones nos metemos en cosas, proyectos, favores para los que realmente no tenemos tiempo y encima en muchos casos no nos aportan ninguna satisfacción interna… no hay razones para hacerlo. No me refiero a que seas un cabronazo (y discúlpame si te ofende la palabra, pero lo mejor es que la olvides, no me guardes rencor por ello, no te obsesiones con el problema y no te quejes y quejes por la palabra por favor), como digo, no se trata de ser mala persona, sino de realmente entender tu tiempo y ser consecuente con las obligaciones y compromisos que ya tienes, que incluyen tu trabajo, familia, amigos, etc.

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