Para quien está luchando contra adversidades

Hay veces que te sientes como si estuvieras nadando contracorriente. Sientes que por mucho que te esfuerzas el mar te arrastra al fondo. Y la verdad…. es tan seductora la idea de rendirte.

Golpe tras golpe las olas te van debilitando, tu resistes pero cada día que pasa se hace más difícil, cada vez cuesta más, y sería tan fácil dejar de luchar.

Sólo deseas que se acabe el combate, o al menos el asalto, ansías un descanso. Te entiendo.

A veces es tan agotadora la lucha, que ya no puedes distinguir dónde está el final.

Me gustaría decirte que a partir de ahora será más fácil, pero no puedo. Lo que sí te puedo decir es que si te rindes será más difícil.

El éxito, en cualquiera de sus formas, no es fácil… si lo fuera todos lo alcanzarían.

No sé cuál es el camino que has emprendido, ni que tan empedrado o cuesta arriba pueda resultar, ahora bien, si te puedo decir que seas quién seas, sé que tienes la capacidad y la fuerza para llegar al final. Es posible que haya gente que cree que no lo conseguirás. Siempre hay gente así. Quizás ahora estás pensando…

«es tan fácil decir lo que dices pero, dime Gustavo ¿cómo puedes creer en mí, si ni tan siquiera me conoces?»

No necesito conocerte para saber que si estás leyendo esto, hay algo en ti que te empuja a seguir luchando, que tienes un “porqué” que impide que te rindas, un “porqué” que es más fuerte que los golpes de las olas que intentan arrastrarte al fondo.

El mar se calmará. Llegarás a la orilla. Mientras tanto, debes seguir nadando.